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Rellenada con piedras: la triste historia de las iguanas y la extracción de sus huevos

Las iguanas verdes son reptiles de hasta dos metros, extensa cola y escamas de diferentes tonos de verde, se camufla con facilidad entre la vegetación de los bosques y zonas inundables de América Latina. Estos animales están sufriendo por una práctica milenaria que las hace sufrir uno de los mayores padecimientos del mundo animal.

Entrevistamos a Diana Reina. Bióloga de la Universidad Militar de Nueva Granada

Aunque esta iguana no representa mayor preocupación para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), sí se ha visto bastante afectada desde hace siglos por la acelerada pérdida del hábitat, la cacería y el consumo humano.


Los huevos de iguana no son comercializados únicamente durante la cuaresma. Su consumo permea durante todo el año en el Caribe colombiano. Fotos: cortesía Corpamag.

Esta especie de lagarto arborícola, herbívoro y de gran tamaño tiene una amplia distribución en Colombia, desde La Guajira hasta las selvas del Amazonas. En el Caribe colombiano podría catalogarse como uno de sus mayores representantes, ya que se le ve con mucha frecuencia tanto en los tupidos y espinosos árboles de los bosques secos como en los parques urbanos donde la vegetación sigue en pie.

Tal vez por esa aparente abundancia, los pobladores del Caribe la han cazado para consumir sus huevos y carne desde hace siglos, una tradición que, a pesar del evidente maltrato que sufren las iguanas hembras, sigue viva.

Las iguanas, que se aparean a final de año, desovan justo durante las fechas de Semana Santa en Colombia, es decir entre marzo y abril. Sin embargo, antes de que esto suceda, estos reptiles son cazados en diferentes ecosistemas para extraerles los huevos, que pueden alcanzar la cifra de 30 por postura, y así venderlos en las carreteras del Caribe.

El tema con las iguanas, es que por la reproducción de estas especies, coincide con las fechas de celebración de carnaval y semana santa en la costa Caribe, entonces los periodos en que las iguanas están con sus huevos, es donde se practican fiestas religiosas y carnavales, entonces, si bien hay varios estudios que reportan que el consumo de carne iguana es una práctica milenaria, que incluso estaba antes de la colonización, eran prácticas indígenas, el consumo de su carne, de sus huevos, luego con la colonización los españoles también ya tuvieron estas prácticas, digamos que entonces es algo que está asociado a la humanidad en este contexto acá de Colombia, particularmente en esas regiones hay una normalización en este tema a nivel cultural.

Nos cuenta Diana
Las iguanas desovan justo durante las fechas de Semana Santa en Colombia, es decir entre marzo y abril. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

No debería ser concebible alimentarnos de un animal silvestre cuando tenemos otros recursos de alimentación, entonces si vemos que está afectando ya las poblaciones del ecosistema, pues lo ideal sería que las personas no los consuman, sin embargo, como te digo, a lo que voy con este tema de asociarlo con la Semana Santa, es que en esas prácticas están los temas de la vigilia, están las creencias del consumo de carne blanca, entonces las personas encuentran en los huevos una alternativa para no consumir lo que se considera la carne roja. Explica Diana

En las vías del Cesar es frecuente ver incendios provocados por los pobladores para que la fauna silvestre salga de sus refugios y así comercializarla. Foto: Jhon Barros.

En el Caribe, muchos de los pobladores ven a la iguana verde como una plaga, una etiqueta que para el experto del Humboldt se debe a la reproducción efectiva que tiene la especie. “La mayoría de los iguánidos tienen altas tasas reproductivas. Por ejemplo, en la isla de Providencia, donde la iguana verde fue introducida durante los primeros años del siglo pasado con fines de consumo, hoy cuenta con una amplia población”.


El viacrucis de los reptiles en semana santa de la región Caribe. En los últimos años han sido decomisados cientos de miles de huevos de iguana en Magdalena y Bolívar. Fotos: cortesía Corpamag.

Las iguanas son de suma importancia para el equilibrio ecosistémico. Por ejemplo, esta especie le sirve de alimento a varias aves, reptiles y mamíferos, es decir que mantiene la red trófica. Los juveniles son el alimento principal de muchos grupos de animales, como es el caso de las serpientes.

Ahora bien, el tema se vuelve una práctica cruel, lo que sucede es que toman a las iguanas, las rasgan con cualquier tipo de material, obviamente no lo desinfectan, no tienen unas precauciones de higiene, simplemente las rajan de cualquier manera, les extraen los huevos y muchas veces también las rellenan nuevamente con piedras, con arena, con lo que vean por ahí, se lo llenan nuevamente en la barriguita, las cierran y las sueltan, entonces pues imagínate, es como si a uno le hicieran eso, uno tiene que proyectarse como que a mí me abran y me metan cosas externas en mi vientre y luego me cierran, yo no me las puedo volver a sacar, entonces cómo esos animales logran vivir de esa manera, pues lógicamente mueren, pero es un sufrimiento muy innecesario para esos animales, eso es algo muy cruel.

Comenta Diana

A pesar de algunas medidas de protección, el consumo de la iguana se ha mantenido vivo y con fuerza con el paso de los años. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

La iguana verde ha sido utilizada en la alimentación de las poblaciones del Caribe de Colombia desde la época prehispánica. Así lo evidencia “¿Comer iguana verde?”, un artículo científico publicado en la Revista Etnobiología en 2019 y elaborado por Elizabeth Ramos (Universidad de los Andes) y Natalia Rodríguez (Universidad de Copenhague).

Luego de analizar 58 trabajos arqueológicos sobre esta iguana en la región Caribe, las científicas encontraron que su consumo viene desde hace por lo menos 3.000 años, aunque es una tradición mucho más antigua incluso a nivel cosmológico. “Esta práctica continuó durante la época colonial y sigue en la actualidad. Sobre esta especie también existen problemas relacionados con la comercialización y el tráfico ilegal”, cita el artículo.

La iguana transporta los nutrientes de las plantas a los animales carnívoros que se alimentan de ella. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

Esto demuestra que la iguana fue importante para la subsistencia de las comunidades prehispánicas de la región, “al igual que otras especies como la babilla y las tortugas hicotea y morrocoy”.

En una revisión literaria, las científicas encontraron 12 fuentes que hacían mención sobre la iguana durante la conquista y colonia española. Una de ellas decía: “comían una manera de sierpes que en la vista son muy fieras y espantables, pero no hacen mal. Ellas andan en el agua, en los árboles y por tierra”.

Otro pasaje revelado por la investigación cita: “quitado el cuero y asadas o guisadas son tan buenas de comer como los conejos y para mí son más gustosas las hembras; tienen muchos huevos”. Un cronista también señaló en sus textos que las tomaban vivas y las mataban a palos.

El consumo de iguana en el Caribe colombiano se remonta a la época prehispánica. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

Una de las descripciones más antiguas sobre la iguana en durante la primera mitad del siglo XVI. “Vale la pena destacar entre las fuentes la de Pedro Mártir de Anglería, quien fue miembro del Consejo de Indias que hizo una crónica a partir del relato de otros viajeros. La fuente señala que los nativos consideraban a la iguana como un manjar exquisito y que los exploradores no la habían probado”.

Actualmente, los patrones de consumo de la iguana varían aún dentro de la región Caribe. Según evidenciaron las científicas en su investigación, los huevos son apetecidos en la mayoría de los departamentos al ser considerados como un plato exquisito y con propiedades nutritivas y afrodisíacas. “En contraste, solo en algunos lugares se consume su carne”.

El artículo indica que la cacería de las iguanas también está ligada a creencias populares. “Algunos consideran que su grasa del animal tiene propiedades curativas para enfermedades respiratorias como el asma”.

Dos científicas encontraron que el consumo de la iguana en el Caribe viene desde hace por lo menos 3.000 años. Foto: Felipe Villegas (Instituto Humboldt).

Las expertas encontraron que, en el año 2023, la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) informó que el valor promedio de un huevo de iguana en el mercado ilegal es de entre 300 y 600 pesos y el daño que se hace a la especie y a los ecosistemas es incalculable. en los lugares de captura por parte de los mayoristas. Pero estos mayoristas duplican o triplican estos valores al vender los huevos por cantidad a los expendedores y preparadores, que en muchas ocasiones son mujeres y niños.

“Conociendo que ya es una práctica aceptada en esta región, Sí, pues las autoridades ambientales lo que pueden hacer son actividades de prevención, seguimiento y control a este tipo de prácticas, entonces digamos que la sensibilización de las personas en cada región es un paso importante para la conservación de esta especie.”. Concluye Diana Reina

Cuando hablamos de un delito, una infracción en la legislación ambiental de colombia, estamos refiriéndonos a la práctica de actividades de extracción, acopio, movilización, transporte, tenencia, uso, aprovechamiento y comercialización de especímenes silvestres en general, entonces cuando yo tengo algunas de esas que mencioné anteriormente, incluyendo el animal entero, partes o derivados, sin un permiso de la autoridad ambiental competente en esa región, o que incumpla con la normatividad existente, en beneficio de un bien propio, en esos casos estamos hablando de un delito, y para esos casos aplicaría un régimen sancionatorio ambiental.

Recordemos que hasta 12 años de prisión es la pena que podría pagar quien trafique especies silvestres colombianas o afecte el patrimonio natural del país.

@wil-walteros Fuente: Humboldt Colombia

Wil Walteros

Wil Walteros
@wilwalteros
Journalist - Periodista
Bogotá - Colombia

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