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El tráfico de vida silvestre en Colombia, un negocio que destruye los ecosistemas del país

El tráfico de vida silvestre tiene un impacto profundamente negativo en la naturaleza colombiana, afectando nuestra biodiversidad, alterando el ecosistema, impactando la reproducción de las especies y destruyendo nuestra naturaleza original.

Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, con miles de variedades de especies de flora y fauna, lo que hace atractivo el negocio del tráfico de vida silvestre.

Según las autoridades colombianas, el tráfico de vida silvestre en Colombia afecta la biodiversidad del país, ya que cada año son incautados aves con un porcentaje del 43 %, mamíferos con el 37% y reptiles con el 20%. 

En 2024, 800 tortugas Hicotea, fueron recuperadas en el inicio de la operación ‘Paz con la Naturaleza en Semana Santa’. En el allanamiento, 67 tortugas desmembradas fueron incaudada – Fuente: Ministerio Ambiente – Gobierno de Colombia

El negocio es tan desigual que el promedio se paga en Colombia por cada especie capturada es de 500.000 pesos, es decir, unos 120 dólares estadounidenses y en el mercado internacional se venden por 600 dólares cada uno, lo que lo convierte en uno de los negocios ilegales más rentables del mundo.

Cada año, los traficantes y cazadores furtivos hacen negocios por millones de dólares, lo cual estimula a los habitantes de las regiones más pobres de Colombia a dedicarse a esta práctica. 

Como en todos los negocios ilícitos, los traficantes son apenas el primer escalón de una cadena de abastecimiento, ya que los consumidores finales de este lucrativo mercado son las familias ricas de Asia, Estados Unidos y Europa, en estas regiones las personas pagan miles de dólares por cualquier parte valiosa del cuerpo de un animal salvaje.

Desde 2021, se incautaron más de 100 monos titis traficados por todo el país

La fauna de Colombia es una de las más apetecidas por estos mercados extranjeros, gracias a que Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad del mundo, en varias regiones existen especies endémicas que solo se encuentran en pequeños territorios, lo que las convierte en un objeto invaluable de colección y tráfico. 

Citilennial inició una tarea de varios meses, conversando con expertos, indagando cifras y asesorándose de estadísticas para averiguar cuáles de las especies son las que más salen del país por vías fraudulentas. Estas son algunas de ellas: 

Es una de las especies de primates expuesto al tráfico ilegal en Colombia. Es un pequeño mono en peligro de extinción principalmente debido a la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal de fauna silvestre. El Tití Gris, también conocido como tití de manos blancas, es un primate pequeño con una coloración distintiva que incluye una mezcla de gris en su cuerpo y blanco en sus manos y cara. Vive en los bosques tropicales del noroeste de Colombia, principalmente en la región del Magdalena Medio.

Los titíes grises son capturados ilegalmente y vendidos como mascotas exóticas debido a su pequeño tamaño y apariencia atractiva.

Aunque parece no tener importancia, el trabajo de estos monos es esparcir semillas en los bosques, perder este animal en el ecosistema, seria también, perder otro tipo de agricultura en algunas zonas.

Su captura y transporte es estresante para el animal, y muchos no sobreviven en el proceso de viaje de Colombia a otros países o en el cambio de hábitat natural.

Observation © Jorge L. Peña · some rights reserved

Es otro de los monos que está en peligro de extinción. Se le conoce también como ‘mono nocturno’ o ‘mono de noche’ y es una de las especies traficadas en Colombia. Este primate, nativo de los bosques tropicales de América del Sur, incluyendo Colombia, es objeto de comercio ilegal principalmente por su demanda como mascota y para su uso en investigación biomédica. En Colombia ha sido usado para experimentos médicos como la malaria.

Muchos de ellos no sobreviven durante su captura y transporte lo cual eleva su precio.

Pese a las campañas internacionales para frenar el tráfico, la captura de este mono, sigue en aumento.

(c) Fabián Vela – some rights reserved (CC BY-NC)

Es una de las especies que sufre debido al tráfico ilegal de vida silvestre en Colombia. Habita en la región del norte de Colombia y Venezuela.

Esta tortuga semiacuática se encuentra en estado ‘vulnerable’ (a punto de llegar a extensión) por el consumo de sus huevos, una práctica muy común en la costa colombiana.

Su comercio ilegal se debe a lo atractivo en fuentes o peceras, y su facilidad de mantenimiento en cautiverio. Sin embargo, en otras regiones, su tráfico ilegal es para consumo ya que sus huevos y carne son considerados manjares, lo que aumenta su captura y tráfico.

(c) Alejandro Bayer Tamayo – some rights reserved (CC BY-SA)

Conocido como perico bronceado o cotorra aliñada, es una de las especies de aves que sufre del crimen ambiental del tráfico de especies en Colombia. La captura y comercio ilegal de esta y otras aves exóticas son problemas significativos en el país, debido a la alta demanda en el mercado de mascotas exóticas tanto a nivel nacional como internacional.

Está especie es apetecida en el mercado internacional por su tamaño pequeño, colores vivos y comportamiento sociable, lo que lo convierte en una especie deseada como mascota.

Su precio depende de varios factores como la demanda en el mercado y las rutas de tráfico. En general, el precio puede oscilar entre $50 y $200 dólares estadounidenses por ave en mercados internacionales.

Colombia cuenta con leyes que prohíben el tráfico de especies silvestres, incluyendo estos monos y tortugas. Sin embargo, la aplicación efectiva de estas leyes es crucial para detener el comercio ilegal. Pero es claro que nuestro planeta depende de nuestra colaboración.

Para detener estos delitos ambientales necesitamos además de educación, vigilancia, control y de tu ayuda.

@wil-walteros

Maite Burgos

Maite Burgos
@maiibgo
Periodista - Journalist

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