¿Cómo se convirtió un juego de terror indie de apuntar y hacer clic en una de las mayores sensaciones multimedia de la última década? El éxito arrollador de Five Nights at Freddy’s no puede ser más sorprendente. La pelicula ya esta disponible en todos los cines.
Al mismo tiempo, no es tan difícil entender por qué tanto alboroto. Especialmente el primer juego es un novedoso e ingenioso asalto a los nervios. Ambientado en una pizzería abandonada al estilo Chuck E. Cheese, donde las atracciones animatrónicas cobran vida por la noche, el FNaF original extraía su cruel poder de lo indefenso que dejaba sentir al jugador.
No tienes armas, ni vías de escape, nada más que un abanico limitado de acciones defensivas, todo ello vinculado a una fuente de energía que se agota rápidamente. Era un ejercicio de minimalismo de pesadilla, un simulador de vigilancia de la perdición. La base de fans era merecida, aunque todavía insondablemente masiva.
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Que esta vaca lechera y mina de oro del merchandising se convirtiera en una película era inevitable. También lo eran los retos a los que se enfrentaba cualquier cineasta que intentara llevar a Freddy y sus amigos robots ambulantes del monitor a la gran pantalla. Un maestro del suspense, como John Carpenter en sus mejores tiempos, podría haber conservado la claustrofobia del escenario único, esa sensación de estar encerrado en un lugar mientras el mal se acerca por todas partes. Lo que nos ofrecen en cambio la directora y coguionista Emma Tammi, el productor Jason Blum y el creador original del juego, Scott Cawthon, es un Five Nights at Freddy’s abierto en múltiples aspectos, ninguno de ellos agradable.
Scott Cawthon ayudó a producir esta adaptación a la gran pantalla de su propio fenómeno de terror indie, pero en realidad no lo adivinarías. Ampliando la premisa simple y primaria del juego con un exceso de melodrama de personajes -¡por fin conocemos la trágica historia del guardia de seguridad Mike Schmidt! – es un Five Nights at Freddy’s que trabaja bajo la extraña suposición de que la leal base de fans quiere un montón de argumentos extraños que rodeen el horror del centro de diversión. Apaga el monitor, cierra la puerta, o simplemente juega al juego.
@wil-walteros
