El Escuadrón Suicida no es tanto un reinicio o una secuela del Escuadrón Suicida de 2016, sino que es una nueva versión, y esta vez, lo han hecho de maravilla. De hecho, este irreverente y ultraviolento juego con villanos de la lista F es la mejor película de DC en años.
La historia es, esencialmente, “La Docena Sucia pero con Supervillanos”
Es un infierno de diversión. Una vez más, un grupo de supercriminales encarcelados es enviado a una letal y peligrosa misión de operaciones encubiertas, lo que permite que la película, con calificación R, haga honor a su nombre de forma espantosa.
Mientras que hemos llegado a esperar que los héroes y villanos disfrazados tengan una armadura argumental para que puedan volver a aparecer en la siguiente entrega de la franquicia, los personajes de El Escuadrón Suicida no disfrutan de ese lujo. Queda muy claro que nadie en su colorido reparto está a salvo. Eso le da una rara sensación de peligro, como en los buenos tiempos de Juego de Tronos, donde cualquier escena podía ser la última de tu personaje favorito.
Y cuando estos personajes son asesinados, no es bonito, ya que el director James Gunn recurre a sus viejos días sangrientos como provocador del asco. Los personajes no sólo caen, sino que son cortados y cortados en cubos, incinerados y explotados con sangre y vísceras en abundancia, del tipo de las que se pueden ver trozos de vísceras.
El Escuadrón Suicida permite a Gunn apoyarse en todo lo que mejor sabe hacer. Entrelaza con maestría la acción y el drama con el ingenio y el humor, algo que ya esperábamos del director de Guardianes de la Galaxia, pero aquí hay algo más ingenioso. Gunn es el Willy Wonka de Gene Wilder, con un brillo maníaco en los ojos, que nos lleva a una montaña rusa perversa y extrañamente emocional con una sorpresa a la vuelta de cada esquina.
Puede que la película sea una aventura bélica de superhéroes en la superficie, pero en el fondo es un examen fascinante de los malos de DC. Incluso los más extraños de entre los extraños, como el Hombre de Lunares (David Dastmalchian) y Ratcatcher 2 (Daniela Melchior), demuestran tener profundidades que merecen ser exploradas.
Está claro que Gunn tiene debilidad por los marginados y los inadaptados, y aquí crea un retorcido, pero conmovedor, homenaje a los tristes y rotos supervillanos de DC.
Dice Joshua Yehl – Crítico IGN
Gunn ya ha declarado su amor por el clásico cómic del Escuadrón Suicida de 1987, escrito por el legendario John Ostrander, y aunque la película no es una adaptación directa de esa historia, lleva su influencia con orgullo. El tono es arenoso y tenso, Viola Davis vuelve a ser una fuerza de la naturaleza en el papel de Amanda Waller, y hay todo tipo de giros, traiciones y engaños.
Estos elementos están generosamente bañados con el crudo, beligerante y absolutamente salvaje sentido del humor de Gunn, que también se ofrece al espectacular reparto.
Idris Elba y John Cena son divertidísimos como asesinos rivales Bloodsport y Peacemaker, especialmente en una violenta secuencia en la que intentan matarse el uno al otro que es nada menos que brillante. Sylvester Stallone pone voz a un tiburón andante y parlante llamado Nanaue, realizando una actuación más tonta y encantadora de lo que tiene derecho a ser.
Veredicto
James Gunn se luce con el Escuadrón Suicida. La película es un viaje sangriento y caótico de principio a fin que por fin hace justicia a la Task Force X. Es infinitamente impactante y divertida, y su muestra de villanos de la lista F de DC es nada menos que brillante.
Esta entretenida película ya se encuentra en cines, da clic a la imagen para que encuentres los horarios para que puedas verla
@wil-walteros Fuente: IGN