Emma Stone se luce en esta alocada historia de origen sobre la diva villana de 101 Dálmatas.

Al “reimaginar” sus clásicos animados como películas de acción real, Disney ha producido una serie de éxitos de taquilla. Así que quizás era inevitable que la icónica villana de Cien y un dálmatas, de 1961, recibiera su merecido… de nuevo. 21 años después de que Glenn Close protagonizará dos aventuras de acción real como la cacareada fashionista Cruella de Vil, Emma Stone se pone una peluca bicolor y una sonrisa diabólica para la inventiva historia de origen de Cruella.

Cruella no es una precuela, sino más bien un relato al estilo de Wicked, que forja un nuevo camino que comienza en 1964. Allí, una colegiala gruñona llamada Estella lucha contra los matones y se gana un expediente permanente lleno de marcas negras. Sin embargo, ni los mocosos del patio ni una horrible tragedia que la empuja a una vida dura en las calles de Londres se interpondrán en sus grandes sueños de convertirse en una importante diseñadora de moda.

Esta curiosa colisión de influencias refleja la guerra que se libra en esta inusual película de Disney. 

Cruella es una descarada historia de madurez sobre cómo una chica testaruda se convierte en una chica dura, cuyo talento y genio no serán ignorados. También es una comedia oscura sobre la ambición, la codicia, el sabotaje empresarial, la venganza, el conflicto de clases, la alta costura y el asesinato. Por supuesto, gran parte de lo anterior son cosas que ya se han doblado limpiamente en películas para toda la familia. Aun así, el director Craig Gillespie se esfuerza por crear un equilibrio que encante a los niños y entretenga a los adultos. El resultado es una película desordenada pero fascinante y tumultuosamente emocionante.

El director Craig Gillespie y sus guionistas (Dana Fox, Tony McNamara, Aline Brosh McKenna, Kelly Marcel y Steve Zissis) tenían una aguja difícil de enhebrar. Tenían la tarea de crear una reimaginación lo suficientemente fresca como para emocionar al público en general, pero lo suficientemente familiar como para apaciguar a los fans de 101 Dálmatas. 

Comentó: Kristy Puchko Crítica de IGN

Con más de dos horas de duración, es probable que sea un reto para niños y padres por igual. El ritmo sería más fluido sin las muchas, muchas, escenas en las que Estella explica lo que acaba de suceder a sus compañeros o con excesiva voz en off. Por supuesto, esto se hace para asegurarse de que los niños siguen la trama.

La moda es casi un personaje en Cruella, y sus coprotagonistas no decepcionan. Ya sea corriendo por los callejones, poniendo los ojos en blanco por los idiotas, o esbozando una sonrisa amplia y roja como la sangre, Emma Stone vive para este momento, y se nota. Los inadaptados habladores de sus años de película adolescente son el lugar perfecto para cortar sus dientes, lo que le permite morder con fuerza los mordaces chistes de una sola línea y los aullidos de rebelión. Sin embargo, se trata de la evolución de Estella a Cruella, por lo que hay momentos en los que esta grandiosidad parece una fachada, como debe ser. Stone interpreta a una mujer que encuentra su diva interior. La baronesa de Emma Thompson es la villana completamente formada aquí, y es una visión de la vileza y el glamour. No hay necesidad de cacareos o gritos. 

La Baronesa es una reina de hielo, que puede hacerte llorar, sangrar o algo peor. Pero no hace falta que levante la voz para que te tiemble la columna vertebral. El guión ofrece a Thompson una gran cantidad de chistes. Sin embargo, debido a su entrega salvaje pero sofisticada, el más divertido se convierte en un simple “Ajá”. La Baronesa es muy rica, pero no tiene nada que dar.

@wil-walteros