Vivimos en un país difícil, donde las diferencias de pensamiento y el comportamiento egoísta nos han limitado a ver los grandes espectáculos del mundo por televisión o internet.
Crecer en las ciudades góticas del mundo en ocasiones te obliga a buscar diversión miles de millas lejos de nuestro propio territorio, sin prisa alguna, un grupo de visionarios estableció la forma de descubrir a Bogotá como la ciudad cultural que respira una dinámica transformadora.
Ver como el tenista más talentoso de todos los tiempos en lágrimas se despidió de Bogotá, al no poder ofrecer al público un espectáculo que se debe esta ciudad, nos antepone una visión clara, que la imagen de la ciudad se transformo en un concepto positivo.
El contexto de las manifestaciones actuales son el eco de una generación que viene empujado a nuestra sociedad, somo agentes de cambios y generadores de nuevas ideas, queremos seguir demostrando que en esta ciudad las personas de mayoría queremos convivir en paz y armonía.
El 2020 es un reto importante ya que Colombia será sede de la Copa América de fútbol un espectáculo políticamente correcto y vitrina de lujo para seguir estimulando a que se organicen grandes eventos culturales, porque a pesar de todo quieren seguir viniendo.
