Arte urbano. Ciudades capitales, donde inicia todo el desarrollo cultural de una nación, algunas caracterizadas por sus cielos grisáceos, sus asfaltadas calles propias del modernismo arquitectónico, despierta en sus habitantes una pasión única por todo lo que rompa el esquema circular de la vida cotidiana, haciendo gran ruido, irrumpe la moda como mecanismo que da hegemonía a todos aquellos valientes intentos de dar identidad a un mundo unicolor casi genérico.
La moda. Ha sido un mecanismo de libre expresión que vistió todo el desarrollo de las sociedades, ideologías o vertientes creadas por el imaginario de los seres humanos en nuestro afán de encontrar una identidad única que nos diferencie de nuestros semejantes. Los estereotipos nos han asegurado que la moda es un tema que solo le interesa a las mujeres, siendo sinceros es una falacia absoluta, porque no hay símbolo más expresivo de desarrollo que un buen traje que vista a una sociedad.
Lo que es tendencia es actualidad, es el presente, es el espejo por el que nos miramos todos los días antes de salir al mundo, para demostrar una intensión, cada prenda que nos ponemos es un mensaje con significado, cada color escogido es símbolo y una vez que combinamos esos símbolos, formamos un conjunto que se convierte en un atuendo, que aun siendo mudo, le dice a los demás al oído, nuestras intensiones, nuestros ideales, nuestros gustos, nuestra propia historia un indecente susurro que avisa un egoísta capricho
Para los Bogotanos la moda como una industria se ha constituido en un impulso importante de la economía de la ciudad, que va más allá de ser una base de ingresos, sino que, además, se convierte en un referente del diseño y la creatividad de todos las personas que habitamos en la ciudad.
Para fomentar el crecimiento de este gremio la Camara de Comercio de Bogotá organiza el Bogotá Fashion Week , un espacio ideal para que los protagonistas principales de la industria demuestren en la pasarela, la buena reputación que se forjo los tradición textil de Colombia